1ª
Edición
Viernes 20 Febrero 2015
TÉCNICAS CONSERVADORAS AVANZADAS PARA EL
TRATAMIENTO DE LA ONICOCRIPTOSIS
Matrícula Completa
CURSO FINALIZADO
2ª Edición
22 y 23 Mayo 2015
CURSO DE CIRUGÍA UNGUEAL Y TÉCNICAS DE INFILTRACIÓN SOBRE CADAVER
Matrícula en proceso apertura
PRÓXIMAMENTE
Ir a la playa nos hace sentir bien y esto no es casual. Existen muchos estudios científicos que avalan que la arena, la brisa marina y el agua del mar nos aportan numeroso beneficios para nuestra salud y bienestar.
Los paseos por la playa son beneficiosos para personas de cualquier edad siempre y cuando se realicen con moderación para evitar lesiones. Entre los principales beneficios que nos aporta este tipo de actividad, destacamos los siguientes:
¿Es mejor caminar por arena seca o mojada?
Es mejor caminar por arena mojada. Este tipo de arena ofrece una superficie de apoyo más estable que la arena seca y requiere de menor gasto energético para la realización del paso. Además, estar próximo al agua contribuye a que las olas masajeen los tobillos y ayuden a activar la circulación.
¿En qué franja del día es preferible realizar los paseos?
A primera o última hora del día, evitando las horas de mayor exposición solar y de mayor calor. Es imprescindible protegernos del sol unos minutos antes de empezar la actividad.
También debemos tener precaución si la playa presenta mucho desnivel o inclinación. Los paseos, si son muy frecuentes o de largo recorrido, pueden generar sobrecargas y/o lesiones en la cadera, rodillas o tobillos. Por este motivo, siempre que sea posible, es preferible realizar los paseos a primera hora del día. La superficie de la orilla del mar es más lisa y no presenta tanta pendiente.
¿Es bueno realizar paseos por la playa si existen lesiones previas?
Si existen lesiones previas (fascitis plantar, tendinitis, esguinces de tobillo, etc.), realizar estos paseos puede agravar la sobrecarga o lesión que tengamos. En estos casos, es aconsejable acudir previamente a vuestro podólogo/a de confianza para que realice una valoración del estado de la lesión y os de indicaciones sobre cómo proceder al respecto.
Dra. María Benimeli
¿Qué es una verruga plantar?
La verruga plantar es una infección vírica causada por el virus del papiloma humano (VPH). Se trata de una lesión redondeada, circunscrita y rugosa, de apariencia similar a la de una coliflor, que presenta un piqueteado negro en su superficie. Su incidencia es mayor en niños y adolescentes, pero puede darse en cualquier edad.
Puede aparecer en cualquier zona de la planta del pie, aunque es más frecuente que se localice en las zonas de apoyo (talón, zona metatarsal y pulpejos de los dedos). En estos casos, la lesión suele ser dolorosa por la presión que recibe al caminar. Por su aspecto y localización, puede confundirse con facilidad con un simple callo plantar. En el caso de la verruga plantar, el dolor es más intenso al pellizco lateral que a la presión directa
¿Por qué se produce?
La forma más fácil de contagio es por el contacto del pie con una superficie infectada por el VPH. El virus coloniza una célula de la piel del pie, y después se extiende a las células contiguas dando lugar a la formación de una tumoración benigna que se localiza en la dermis y epidermis de la piel.
La humedad, el exceso de sudoración, un sistema inmunológico débil, la falta de higiene o la presencia de una herida en el pie, son factores que predisponen al contagio.
¿Cómo se tratan las verrugas plantares?
Hay diversas opciones terapéuticas para tratar las verrugas plantares: desde la realización de una quemadura química mediante la aplicación de ácidos, la realización de una quemadura térmica mediante láser, la aplicación de tratamientos con citostáticos, o la extirpación quirúrgica.
La elección del tratamiento dependerá del criterio del profesional en base a la localización de la verruga, el número de lesiones, su extensión y cronicidad, el grado de dolor que genera y las características del paciente (estado de salud, colaboración, actividad laboral y deportiva).
Al tratarse de una lesión vírica, es importante llevar a cabo un diagnóstico y tratamiento precoz con el fin de frenar su crecimiento y diseminación. También es de vital importancia seguir todas las indicaciones y consejos que le proporciona su podólogo/a para asegurar la efectividad del tratamiento y reducir el riesgo de contagio.
A medida que llega el buen tiempo, la población muestra un interés especial por los deportes al aire libre. La práctica del senderismo para unos, el actual “trekking” para los más aventureros o el trail running para los deportistas más extremos, ha generado un gran dilema a la hora de elegir el calzado más adecuado para ello.
Sin duda alguna, llevar un buen calzado en esta actividad es esencial, ya que se necesita un cuidado óptimo de nuestros motores y acompañantes incondicionales de ruta de montaña: nuestros pies. Pero pueden surgir algunas dudas tales como: ¿Qué es mejor: zapatillas o botas?
En este post nos centraremos en analizar diferentes tipos de calzado apropiados para cada actividad deportiva que se lleve a cabo en baja o media montaña.
¿Cuáles son los cuatro requisitos básicos para cualquier tipo de calzado de montaña?
¿Cuándo usar zapatillas o botas?
Cada vez es más común observar que muchos deportistas utilizan zapatillas específicas para la montaña. Éstas presentan una mayor ligereza y movilidad del pie, ya que mantiene la sujeción por debajo del tobillo. En cambio, las botas proporcionan mayor protección de dicha articulación limitando los movimientos patológicos del tobillo.
Tenemos que tener en cuenta que un mayor grado de movilidad conlleva un aumento de la amortiguación, que será necesaria para reducir la fuerza de
impacto que recibe el resto del cuerpo. Con las botas se limita la pronación del pie, responsable de dicha amortiguación, lo que provocará sobrecargas musculares de la fascia plantar y de la
musculatura posterior de la pierna. Sin embargo, las botas ofrecen mayor estabilidad de la articulación de tobillo.
Por fin mañana 2 de Mayo, vamos a poder salir a realizar deporte, y ahora más que nunca, es necesario preparar nuestro cuerpo para ello. Las articulaciones de tobillos y rodillas son las que reciben un mayor impacto durante la carrera. Por eso, es necesario tener sentido común y saber en qué situación nos encontramos: ¿hemos realizado o no algo de ejercicio físico durante el estado de confinamiento?
De no haber realizado ningún tipo de actividad física, es aconsejable empezar realizando únicamente paseos. Si, por el contrario, hemos realizado ejercicio en casa, debemos ser conscientes de que, a pesar de ello, hemos perdido esa condición óptima que teníamos antes del periodo de alarma y, por tanto, tenemos que adaptar la intensidad de la carrera a nuestra situación física actual para prevenir lesiones.
A continuación os damos una serie de recomendaciones para que salir a correr después de la cuarentena sea un momento de disfrute y no se convierta en un problema:
Cortarle las uñas de los pies a nuestros hijos puede ser una tarea ardua, sobre todo si son niños nerviosos y/o que tengan un poco de aprensión a esta rutina. A ello se le suma el hecho de que muchas veces no tenemos la certeza de si lo estamos haciendo de manera correcta.
A continuación, respondemos a unas de las preguntas más frecuentes que nos realizáis en consulta y que os ayudarán a tener la seguridad de que le estáis realizando un buen corte de las uñas de los pies.
¿Qué instrumento necesitamos para cortarlas?
En el caso de los bebés y los niños, el mejor instrumento para cortarle las uñas son las tijeras especiales para niños de punta redonda.
¿Cuándo es mejor cortar las uñas de los pies?
Después del baño, aprovechando que el niño está más tranquilo y las uñas más reblandecidas. El corte molestará menos. En el caso de los bebés o niños más pequeños, podemos aprovechar también cuando estén durmiendo, siempre y cuando no se despierten con facilidad, o mientras están comiendo y les distraemos con otra actividad, por ejemplo, un juguete. Se trata de evitar en la medida de lo posible los movimientos inesperados.
¿Con qué frecuencia se deben de cortar?
El crecimiento de las uñas de los pies es mucho más lento que el de las uñas de las manos. Mientras las uñas de las manos se cortan una vez a la semana o cada 15 días (según el ritmo de crecimiento de cada niño), las uñas de los pies deben cortarse una vez al mes o mes y medio (también según ritmo de crecimiento). Una mayor frecuencia de corte puede predisponer a que la uña del pie se encarne por un corte excesivo de la misma.
¿Cómo debemos cortarlas?
Debemos sujetar el dedo con firmeza para evitar movimientos inesperados, pero nunca a la fuerza. Si el niño está muy nervioso o intranquilo llegando incluso a llorar, es mejor aplazar el corte de las uñas para otro momento. Es aconsejable presionar un poco la yema de los dedos hacia abajo para cortar con mayor seguridad la parte de la uña que sobresale. El corte debe seguir la línea natural del crecimiento de las uñas. A diferencia de las uñas de las manos, en los pies el corte de las uñas debe ser recto, sin redondear excesivamente los extremos, con el fin de evitar que las uñas puedan encarnarse por la compresión del calzado. Hay que evitar cortar excesivamente las uñas de los pies. En los niños, las uñas se caracterizan por estar muy adheridas al tejido, por lo que un corte muy acusado puede lesionarles y generar dolor por la exposición del tejido de debajo de la uña.
Una vez finalizado el corte, debemos comprobar que no quede ninguna porción de uña que pueda lesionar (pinchar, hacer una herida al dedo contiguo…) por un corte irregular. De ser así, deberemos proceder a eliminar la arista con la tijera. No es aconsejable limar las uñas de los niños. Para muchos padres es mucho más práctico limar las uñas en vez de cortarlas. Tenéis más seguridad de que no le vais a lesionar y además evitáis que el niño se ponga nervioso. Sin embargo, las uñas de los niños son más finas, frágiles y quebradizas que las de los adultos y, por tanto, un limado excesivo puede contribuir a que se rompan con mayor facilidad.
Dra. María Benimeli
Podóloga
Estamos a pocos días para que empiece una de las festividades más importantes para los valencianos y valencianas. Las calles de Valencia y de nuestras localidades se llenarán de música, luces y espectáculos que invitan a pasear y a disfrutar de la fiesta.
Es durante esos días cuando nuestros pies recorrerán un auténtico maratón por las ciudades visitando los monumentos falleros, las mascletás, las verbenas y los castillos, entre muchas otras actividades. Las caminatas y pasar mucho tiempo de pie es algo inevitable para quien quiera disfrutar de esta fiesta. ¿Vas a dejar que algún problema en los pies por elegir un mal calzado te estropee tu tour fallero?
En este post te traemos unos consejos útiles sobre cómo elegir el calzado más adecuado para dichos días:
Finalmente, no puedo acabar este post sin remarcar la importancia que tiene el acudir a tu podólogo/a con antelación para revisar tus pies. Ello le permitirá detectar posibles factores de riesgo (durezas, callosidades, uñas encarnadas, etc) y ofrecerte una solución antes de que el problema se pueda agravar después de las largas caminatas.
Y ahora sí...a disfrutar de las Fallas!!
Dra. María Benimeli
Podóloga
Sois muchos los padres y madres que acudís a la consulta preocupados porque habéis observado que vuestro hijo o hija, a pesar de que no se queja especialmente de dolor de pies, presenta más cansancio de lo habitual, sufre caídas o tropiezos frecuentes, e incluso tiene menos ganas de practicar deporte, especialmente actividades físicas que conlleven cierto grado de competición.
¿Cuál puede ser el motivo de estos síntomas?
El principal motivo suele ser la presencia de un PIE PLANO VALGO. Es un trastorno de la alineación que conlleva que el niño, al estar de pie, presente un descenso muy marcado del arco plantar, pudiendo incluso llegar a contactar con el suelo. Esta mala alineación provoca que la parte interna del pie caiga hacia dentro y que el niño/a apoye los pies sobre la parte interna del talón (valgo de talón).
Se considera que el pie plano es FLEXIBLE cuando, al pedirle al niño/a que se ponga de puntillas, desaparece el valgo de talón y se configura el arco del pie. Este tipo de pie es normal hasta los 3 años de edad. A partir de esta edad, el incremento de la actividad física del niño/a favorece el desarrollo de la musculatura intrínseca del pie y a su vez, la formación del arco plantar, que debe empezar a ser evidente a partir de los 4 años. El movimiento de valgo, a su vez, debe ir reduciéndose progresivamente.
Si por el contrario no desaparece el valgo del talón ni se configura el arco del pie al ponerse de puntillas, podríamos estar ante un pie plano RÍGIDO patológico. Por suerte, este último tipo de pie plano es muy poco frecuente.
Los síntomas de cansancio se deben a que el movimiento en valgo que hace el pie (caída hacia dentro) durante su apoyo, ocasiona que el pie no pueda bloquearse adecuadamente durante la fase de propulsión. Esto a su vez conlleva un mayor gasto energético de la musculatura para intentar estabilizar el pie.
¿Cómo podemos ayudar?
El deporte (correr, saltar, trepar, ir en bicicleta, etc…) no sólo previene la obesidad infantil (enemiga del valgo de tobillos y de rodillas). También ayuda a potenciar la musculatura intrínseca y extrínseca del pie. El primer tipo de musculatura juega un papel importante en el desarrollo del arco plantar. La musculatura extrínseca ejerce un control sobre valgo de talón y la caída hacia dentro del pie. Caminar por terrenos irregulares, como son la arena de playa y los senderos de montaña, también ayuda a potenciar ambos tipos de musculatura.
El calzado también es un factor clave a tener en cuenta para intentar disminuir el valguismo. Es importante que sujete correctamente el pie (zapato con velcro o acordonado), que sea de suela flexible y antideslizante, y que tenga el contrafuerte (parte trasera del zapato) rígido.
¿Cuándo me tengo que preocupar?
Debéis consultar a vuestro podólogo si vuestro hijo o hija presenta alguno de estos signos:
Durante mucho tiempo llevo planteándome escribir un blog. El motivo de ello, todas las preguntas, curiosidades y preocupaciones que tienen mis pacientes acerca del cuidado del pie, y que difícilmente se pueden abordar en pocos minutos y en plena consulta.
El centro PodOliva abrió sus puertas en el año 2008 (Oliva). Actualmente, somos tres profesionales de la podología los que día a día intentamos dar respuestas terapéuticas a los problemas que presentan nuestros pacientes.
Para ello, disponemos de una gran especialización en diferentes ámbitos: podología deportiva y biomecánica del pie, podopediatría, podogeriatría, cirugía podológica, dermatología, pie diabético, y estudio radiológico del pie. A lo largo de nuestra experiencia profesional, hemos podido observar que son muchas las dudas que tienen los pacientes acerca del cuidado básico del pie. Numerosos padres y madres nos preguntan cuál es la edad adecuada para que el podólogo revise por primera vez los pies de sus hijos, cómo deben cortar correctamente las uñas de su bebé, o cómo deben elegir el calzado correcto según la actividad y la edad del niñ@. Del mismo modo, infinidad de deportistas han pedido consejo para escoger con responsabilidad sus zapatos para practicar deporte y dejar atrás problemas relacionados con un calzado inapropiado. También han mostrado mucho interés sobre las preguntas: ¿Soy supinador, o pronador?, ¿Por qué me duelen los pies al terminar de correr?, ¿Es necesario utilizar plantillas personalizadas? ¿Cada cuanto debo revisar las plantillas?. Estas y muchas otras cuestiones (cómo debo cortarme las uñas pera evitar que se claven, cómo puedo prevenir la aparición de hongos en los pies, cómo puedo prevenir que se forme un juanete, etc.) son las que me han motivado a empezar este blog. No sólo para dar respuesta a la demanda de los pacientes que nos visitan en el día a día, sino también a tod@s aquell@s personas que en algún momento de sus vidas, puedan interesarse o necesitar alguno de nuestros consejos de salud.
Los podolog@s, somos los especialistas en el pie y sus afecciones, por ello, debemos promover la salud y el cuidado del pie en cada una de nuestras actuaciones.
Dra. María Benimeli
Podóloga
Sintiéndolo mucho, no podré resolver ni atender cuestiones médicas ni personales por mail. En ese caso tenéis a vuestro podólog@ de confianza que es quien mejor conoce vuestros pies.